A veces, voy a escribirte sobre libros que he leído, porque todo lo que he leído me ha servido.
Leer un libro es recorrer un camino, desde principio a fin. Hay caminos aburridos, caminos atractivos, fáciles y otros caminos complicados. Por esto, no me gusta dejar un libro a medias, porque la vida te presenta caminos muy diferentes y unos te gustarán más que otros, pero todos ellos te enseñarán algo.
Leer un libro es dejarse llevar, para descubrir otros mundos, otros seres humanos y con ellos otras historias.
Hay mundos para visitar sólo una vez y otros donde siempre nos gustaría volver, eso me pasa a mi con mis libros favoritos, que siempre quiero volver a ellos, volver a sus historias, volver a sus personajes, que en su día me acompañaron, en momentos buenos y malos, en días ajetreados, en días aburridos y en noches donde había miles de estrellas y noches en que la luna, no se dejaba ver.
Leer un libro es hacerlo tuyo.
Leer un libro es como conocer a una persona. Hay personas que me atraen desde el primer instante, personas que me atrapan y cautivan, y hay personas que me hace falta más tiempo para conocerlas y así poder empezar a disfrutar con ellas.
Poco a poco, iré mencionándote libros que me han marcado. Libros por los que siento un gran cariño. Que los releo y disfruto con ellos igual o incluso más que con la primera lectura.
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